lunes, 23 de febrero de 2015


ANTONIO MACHADO



RETRATO

Mi infancia son recuerdos de un patio de
Sevilla,
y un huerto claro donde madura el
Limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de
Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar
no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín
he sido
-ya conocéis mi torpe aliño
indumentario-
más recibí la flecha que me asignó
Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de
hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre
Jacobina,
pero mi verso brota de manantial
sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe
su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra,
bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna
estética
corté las viejas rosas del huerto de
Ronsard;
más no amo los afeites de la actual
cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-
trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores
Huecos
Y el coro de los grillos que cantan a la
Luna.
A distinguir me paro las voces de los
Ecos,
Y escucho solamente, entre las voces,
Una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar
quisiera
mi verso, como deja el capitán su
espada:
famosa por la mano viril que la
blandiera,
no por el docto oficio del forjador
preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
-quien habla solo espera hablar a Dios
un día-;
mi soliloquio es plática con ese buen
amigo
que me enseñó el secreto de la
filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme
cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que
habito,
el pan que me alimenta y el lecho en
donde yago.

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de
equipaje
casi desnudo, como los hijos de la mar.




              ANTONIO MACHADO

domingo, 15 de febrero de 2015

STEVE JOBS

En mis blogs no suele faltar este discurso. Mi filosofía de vida está impregnada de él. Lo comparto hoy aquí porque a través del mismo podemos conocer por qué esta persona es importante ser conocida y recordada. Una persona de nuestra era y que ha tenido un papel fundamental y activo en nuestras vidas.

LEONARDO DA VINCI